Filtros Químicos (Orgánicos) vs Filtros Físicos (Inorgánicos)

La elección de un filtro solar adecuado es esencial para mantener la salud de la piel y prevenir el envejecimiento prematuro y los riesgos de cáncer de piel. Tradicionalmente, los filtros solares se han clasificado en dos categorías: químicos y físicos. Sin embargo, esta división ha llevado a malentendidos sobre cómo realmente funcionan estos filtros. Vamos a explorar la verdad detrás de los filtros solares, desafiando los mitos y aportando una comprensión más completa de su función y efectividad.

Filtros Solares: Más Allá de las Clasificaciones

La distinción entre filtros químicos y físicos se estableció en función de su solubilidad, categorizando a los primeros como orgánicos y los últimos como inorgánicos. Se consideraba que los filtros químicos funcionaban a través de reacciones químicas inducidas por la radiación solar, mientras que los filtros físicos actuaban como pantallas reflectantes. Esta definición ha sido desafiada por estudios recientes y expertos en el campo.

Un Enfoque en la Ciencia: Cómo Funcionan Realmente los Filtros Solares

Los filtros físicos, a menudo compuestos de dióxido de titanio y óxido de zinc, actúan como semiconductores. Cuando la radiación UV incide en ellos, estos óxidos metálicos absorben la energía ultravioleta, lo que provoca una excitación de electrones en la capa de valencia. Este estado excitado se traduce en la emisión de radiación térmica, convirtiendo la energía UV en calor.

Los filtros químicos, por otro lado, consisten en compuestos orgánicos con grupos cromóforos en su estructura, caracterizados por dobles enlaces conjugados. En respuesta a la radiación solar, los electrones en estos filtros realizan transiciones electrónicas a orbitales moleculares vacíos. La energía absorbida se libera en forma de radiación térmica.

Ambos convierten la energía la radiación ultravioleta en calor.

Superando los Mitos: Absorción vs. Reflexión

Uno de los conceptos erróneos más arraigados es que los filtros físicos solo reflejan la radiación UV en lugar de absorberla. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que los filtros físicos absorben aproximadamente el 95% de la radiación UV incidente y solo reflejan un pequeño porcentaje restante, que es inferior al 5%.

Los estudios llevados a cabo por Cole et al. en 2015 destacaron esta absorción significativa, contradiciendo la noción previa de que los filtros físicos simplemente reflejaban la radiación solar.

Conclusiones: Una Nueva Perspectiva sobre la Protección Solar

En resumen, los filtros solares no se pueden simplificar en las categorías tradicionales de químicos o físicos. Ambos tipos de filtros actúan absorbiendo la radiación UV y transformándola en calor o radiación térmica. La comprensión de los principios científicos detrás de estos filtros nos ayuda a desmitificar conceptos erróneos comunes y a tomar decisiones informadas sobre la protección solar.

A medida que la investigación continúa avanzando, es probable que veamos avances significativos en la formulación de filtros solares que brinden una protección óptima sin dejar residuos visibles en la piel. Esta nueva perspectiva sobre la función de los filtros solares nos insta a ser críticos en nuestras elecciones de protección solar y a estar atentos a los desarrollos científicos en constante evolución.

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